Al cabo de la primera quincena de julio, la zafra azucarera en la provincia no logró estabilizarse. Hasta el último registro de los datos oficiales del viernes pasado (del Ipaat), solamente seis ingenios no pararon sus trapiches. Las otras ocho fábricas tuvieron que detener las producciones por falta de materia prima debido a “la falta de piso” para el ingreso de las cosechadoras a los cañaverales. Desde hace más de una semana son las lluvias las que alteran la zafra 2023, como ya lo había hecho la prologada y severa sequía de verano retrasando el inicio de la actividad azucarera en Tucumán.
Las fábricas que estaban inactivas hasta el último registro son: Aguilares (paró el 8 de julio), Bella Vista (12), Concepción (12), Famaillá (8), La Trinidad (12), Marapa (8), Ñuñorco (8) y Santa Bárbara (7).
El viernes, en declaraciones a la prensa confirmó esta situación el ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, y vaticinó que a pesar de estos avatares propios del clima en esta época la producción final de este año rondará los valores de la campaña anterior y que no habrá desabastecimiento de azúcar.
Lo cierto es que hasta el viernes pasado los números no favorecían este vaticinio. En este sentido, estaba acertada la presidenta de Bioenergética La Florida SA, Catalina Rocchia Ferro, quien hace 40 días había advertido que la zafra de este año viene desarrollándose “torpemente” por el clima. Esas declaraciones a fines de mayo pasado, suena como si las hubiera formulado la semana pasada: “nos llovió la semana pasada y nos obligó a parar (la molienda en el ingenio); ahora volvió a llover y hemos parado nuevamente. Además los rendimientos fabriles de caña son muy bajos, mucho más que los del año pasado. Así que la verdad, es una zafra complicada”, sentenció.
En cuanto a alcanzar los números de la producción del año pasado, en la comparación hasta la primera quincena de julio son diferentes y aún con una brecha importante. En la actual zafra se llevan molida, en el ítem “caña bruta”, 3.645.647 toneladas contra las 6.064.269 t del año pasado (casi un 40% menos), con un rendimiento promedio del 6,527% versus 7,827% de 2022. En cuanto a la “caña neta”, se molieron a la fecha 3.211.084 toneladas (contra 5.396.465 t), un 40,5% menos que el año pasado, con un rinde promedio de 7,411% (8,795%).
Cifras referentes
Lo más relevante son las cifras de producción. En el ítem de referencia “azúcar equivalente”, hasta el viernes se registraban 237,978 toneladas, casi un 50% menos que las 474.642 t de la campaña anterior al final de la primera quincena de julio. Si se midiera el avance de la zafra tomando como base de cálculo la estimación de que este año se lograrían las cifras del año pasado (los 14 ingenios produjeron 1.243.699 t, la cantidad más baja comparada con los últimos 10 años), no se superó aún el 20% (19,13%).
En cuanto a los números restantes, se llevan elaborados de “azúcar crudo” 39.125 t (74.974 t en 2022), de “azúcar blanco” 139.709 t (321.445 t), y cómo novedad, aparecen este año cinco nuevos ítems: azúcar refinado 9.398 t, azúcar orgánico 4.217 t, otros azúcares 114 t, alcohol hidratado 44.502.206 litros y alcohol anhidro 31.873.575 litros; y de nuevo se consigna la columna de “alcohol total”, con una producción actual de 51.031.322 litros, contra los 90.330.799 de la campaña anterior. De melaza, se produjeron 203.100 t (345.494).